La Unión Europea estudia prohibir la fibra de carbono en coches: ¿qué implicaría para España?

¿Qué está considerando la Unión Europea?

La UE está revisando la Directiva sobre Vehículos al Final de su Vida Útil (VFU), y en este contexto, ha propuesto incluir la fibra de carbono en la lista de materiales potencialmente peligrosos. La preocupación radica en que, al desechar componentes de fibra de carbono, estos pueden liberar partículas microscópicas que representan riesgos para la salud humana y el medio ambiente.

¿Quiénes se verían afectados?

La medida impactaría significativamente a fabricantes de vehículos que utilizan fibra de carbono en sus modelos, así como a proveedores de este material. Empresas japonesas como Mitsubishi Chemical, Toray Industries y Teijin, que juntas controlan más del 50% del mercado global de fibra de carbono, serían algunas de las más perjudicadas.

¿Cuándo podría implementarse esta medida?

Aunque la propuesta aún debe ser debatida por la Comisión Europea, el Consejo de la UE y el Parlamento Europeo, de aprobarse, la prohibición podría entrar en vigor en 2029.

¿Dónde tendría mayor impacto?

España, con una industria automotriz significativa, se vería especialmente afectada. Además, otras industrias como la aeronáutica y la energía eólica, que también utilizan fibra de carbono, podrían experimentar consecuencias similares.

¿Por qué se está considerando esta prohibición?

La principal preocupación es que, durante el proceso de reciclaje, la fibra de carbono puede liberar microfragmentos que son perjudiciales para la salud humana y el medio ambiente. Estos filamentos pueden provocar irritaciones en la piel y problemas respiratorios, además de representar riesgos en instalaciones de reciclaje si no se manejan adecuadamente.

¿Cómo podría adaptarse la industria?

La industria automotriz tendría que buscar materiales alternativos que cumplan con las nuevas regulaciones. Sin embargo, estas alternativas podrían ser más costosas y menos eficientes, lo que representaría un desafío significativo para los fabricantes. Además, se requerirían inversiones en investigación y desarrollo para encontrar soluciones viables que mantengan la seguridad y el rendimiento de los vehículos.